infirmier

denfermier (1288), compuesto sobre la palabra infirme, a su vez derivada del latín in-firmus, «que no es firme, tanto en lo moral como en lo físico». Cuidar de los enfermos se consideró originalmente en gran medida como una tarea femenina y, a partir del siglo XII, las órdenes religiosas organizaron la profesión según criterios de caridad y amor a Dios: el cuidado voluntario fue asumido por la estructura religiosa, por ejemplo, las monjas del Hôtel Dieu, los nobles que cuidaban en las fundaciones hospitalarias, o algunos hermanos y hermanas que se desplazaban a domicilio. Los cuidados de enfermería evolucionaron luego con la historia de la medicina y la filosofía de las ciencias para convertirse en una profesión paramédica, "es también la sonrisa más reconfortante del hospital".